La Virgen ataviada según el tiempo litúrgico y su color asociado, en octubre de rojo. Con el manto brocado en oro y nuevo pañuelo realizado en hilos de oro mediante la técnica de bolillos. El rojo evoca el color de la sangre y del fuego, y se utiliza en la litúrgia Pentecostés, el Domingo de Ramos, Viernes Santo, Misas votivas del Espíritu Santo, de la Preciosísima Sangre y de la Pasión del Señor, en fiestas de los Apóstoles, Evangelistas y en las celebraciones de los santos mártires.
Fotografías: Juan Hernández
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