24 de marzo de 2014

LA CASA DE HERMANDAD. EL DESPERTAR DE UN SUEÑO



“Señor, ¡qué bien se está aquí! (Mt 17,4)

Cuando en 2011 escribí en este mismo boletín sobre los sueños que suponían para lahermandad y sus hermanos los primeros avances de las obras, nunca creí en todo lo que ha ocurrido hasta entonces. Los cierto, pesares y demoras aparte que el sueño se ha hecho realidad. Y éste despertó un viernes 25 de octubre de 2013. Tarde lluviosa aunque no por ello menos gloriosa, día en que D. José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva vino a bendecir la obras de restauración de la capilla del Corpus. El acto de bendición comenzaba en la puerta de la casa de hermandad con el recibimiento de las autoridades e invitados, una vez dentro se procedió al develado de un azulejo conmemorativo junto al cancel de la entrada.

Posteriormente comenzó una ceremonia sencilla, a la par que solemne llevada a cabo por D. José Manuel Raposo Hernández, nuestro párroco para dar paso a la bendición del

edificio por parte del Obispo de Huelva quién dirigió unas palabras de aliento y agradecimiento a la hermandad así como a los presentes que abarrotan la casa hermandad. Posteriormente la Hermandad dió lectura de una breve memoria de las obras realizadas y del listado de colaboradores que hicieron posible su restauración a lo largo de los años.


Seguidamente tomó la palabra el hermano mayor, para hacer los agradecimientos públicos en nombre de la junta de gobierno a todos los colaboradores. La emoción le pudo y un nudo en la garganta acompañado de lágrimas interrumpió su discurso en más de una ocasión hasta el punto que los hermanos presentes con sus aplausos le ayudaron a finalizar.

Guardo un grato recuerdo de ese momento, el hermano mayor dijo más con su emoción y

sus ahogados silencios que cualquiera de los mejores oradores posibles. Cuando significado encerró aquel gesto, la mirada perdida al frente y los ánimos del párroco. Los que estábamos allí, comprendimos y captamos el por qué de aquello. Atrás quedaron la falta de recursos, los retrasos, las incongruencias…La restauración había concluido y como bien dijiste aquello era sólo el principio y bien cierto es, aún no se ha acondicionado del todo y se prosigue realizando mejoras, embelleciendo el edificio y colocando ornamentos pero era perentorio abrirla por las tardes y reavivar la vida interna de la Hermandad.

La restauración de la capilla había concluido en cuanto la albañilería se refiere destacando las siguientes intervenciones.

Obras menores:
realización de los cantos redondeados del suelo de mármol del altar, pulido

del mismo y del pasillo de entrada. Abrillantado del suelo de toda la planta baja, reposición y reparación de algunas de las yeserías del altar afectadas por la humedad. Colocación de placas de policarbonato traslúcido en los lucernarios de la entrada.

Pintura: aplicación de pintura blanca de todo el interior del edificio y tratamiento anti humedad en diversos muros. Aplicación de pintura beige, burdeos, marrón y dorado para mejorar y embellecer en el altar mayor, además la realización de un zócalo inferior a base de la técnicas pictóricas de marmoleado. Repaso de pintura de las columnas del arco toral, puerta de paso, fachada, patio y aplicación de protección a la puerta de entrada con aceite

de linaza.

Limpieza:
de rodapiés, zócalos, interruptores, suelo, ventanas, vitrinas, puertas y el suelo de todo el edificio tras el abrillantado.

Decoración: en el pasillo de entrada se colocaron cuatro grandes faroles de forja que cuentan con cuatro puntos de luz cada uno siendo decorados con elementos de pasamanería verdes. Se instaló una canaleta superior por el pasillo para ocultar el cableado, barandilla de acceso y por último se repuso la antigua pila de agua bendita. Se han instalado dos piezas de mármol beige en las bases de las hornacinas del altar. Ubicándose en una de ellas la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores. Se repuso las

estaciones del vía+crucis y diversos pinturas religiosas de la hermandad, junto a paneles informativos en la entrada sobre la cronología y la historia de la misma. Se llevó a cabo la restauración e instalación de altar de la Virgen de Fátima, donado por el fallecido padre Roca. Se han instalado dos grandes cortineros de damasco, uno en la puerta que da al patio y otro junto a la zona del antiguo coro delimitando una zona destinada a almacenaje. En la sala de exposiciones se han ubicado dos armarios expositores y vitrinas de madera donde se muestran piezas ajuar de las imágenes y otros enseres de los pasos de palio, etc. Además de de adecuarse el servicio y la pequeña sacristía con diversos accesorios: armarios, percheros, botiquín, espejos…

Fue un día emotivo en el que todos los hermanos y simpatizantes quisieron ser testigos del esfuerzo y amor con el que se había ido restaurando y acondicionado durante los años que

ha permanecido cerrada. Este día no hubiese sido posible, sin la colaboración de hermanos/as, constructores, carpinteros, entidades y empresas de suministros que a continuación se relaciona por orden alfabético:

Adriano Martín, Alonso Núñez Olivares, Antonio Luís Raposo, Ayuntamiento de Moguer / Técnicos urbanismo / Arquitectos municipales, Carpintería Hnos. Cabeza, Carpintería Roldán, Construcciones José Antonio, Construcciones José Pepe, Construcciones Manuel Alfaro, Construcciones Moguer Loygo, Eduardo Vázquez, EMVISUR, Ignacio Díaz Bot, Juan Hernández Morales, Julián Domínguez Romero, Mármoles Moguer, Pulimentos Hnos. Batista.

A todos ellos expresamos nuestro más sincero y fraternal agradecimiento, pues con su desprendimiento han hecho realidad un sueño que nos mantenía despiertos durante mucho tiempo, así como a nuestro párroco José Manuel Raposo por su paciencia y especialmente por su aliento.


Ojalá en breve, el edificio se convierta en una capillita de encuentros, como nos dijera un
Azulejo conmemorativo
buen amigo cofrade. Que la hermandad reavive su vida interna, tan mermada durante el período de obras y recupere el tiempo perdido. Por último agradecer a Dios, nuestro Señor su infinita bondad y misericordia por permitirnos acondicionar su casa y hacer uso de ella. Bendito lugar de encuentros. Cruceros, si así habéis obrado, que os lo premie y si no, que os lo demande.

Publicado en: Hernández Morales, Juan A. La casa hermandad. El despertar de un sueño.  Vera+Cruz. Cuaresma 2014. Pág. 10-12

+ INFO: Hernández Morales, Juan A. Soñar despiertos. La capilla del Corpus. Nuestra casa de Hermandad.  Vera+Cruz. Cuaresma 2011. P. 30-32

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